sábado, 30 de diciembre de 2017

#desayunoconbolis

  Pues no iba a irme del 2017 sin deciros un dibujo :) Aquí mi confesión: tras dos años de vida sin café, oficialmente, vuelvo a él. Café, te amo. Prometo no más de uno al día. Lo prometo. Y a cambio, me pido una Nespresso por Reyes (a cambio de la promesa). Porque fui demasiado buena durante 365 días. 363...
  He aquí el remedio al no-café. Té negro de bergamota: lo único que no me ponía triste por las mañanas, ante la ausencia de mi cafeístico amigo. Eso sí, en ayunas le puede dar a uno un vuelco al corazoncillo. Siempre, con desayuno, vale? ☝️Y, a ser posible, con bolis :)

  Y luego ya, amantes de la cafetera, pensad si ese insomnio realmente es culpa del pobre café... o de nuestro cerebrito. Haced las paces, el café, vosotros, y los pensamientos que hacen bulla ahí dentro, y dejad el té para ceremonias especiales 😁
  La vida con exceso de responsabilidad es demasiado sosa como para ser dibujada en este blog.

  Os deseo un 2018 espectacular, cartoonitos. 
  Moved esos culitos, buscad inspiración, imaginad, sentid, dad amor y exigidlo, y reivindicad vuestros deseos; y sed traviesos un poco o mucho, o más. Pero sobre todo: reíd, reíd a carcajadas.

  Un abrazo gigantesco, desde el otro lado del espacio virtual.
¡Muaaaaaaaacks!