¡PoR FiN! El cheesecake prometido desde hace siglos llegó. Eso sí, en dos partes. Como suele pasar, empezó como un pequeño y modesto post, y acabó enredándose hasta dividirse en dos y tres partes.
De manera que, antes de la misma receta, decidí que podría ser buena idea enseñar (a aquellos como yo, que durante mucho tiempo se preguntaban) cómo preparar un molde para cheesecake. O bien, para cualquier tarta hecha en frío. Aquí aparece dibujado un molde desmontable pero podría hacerse perfectamente con un aro, que es lo que suelo usar yo misma. El molde quedaba mejor:)
Lo primero, por supuesto, sería tener preparada la base (aunque podría hacerse un cheesecake sin base). También añadiré la "receta" de la base rápida para urgencias. Entre comillas, ya que no considero exactamente una receta algo que se basa, fundamentalmente, en tener un paquete de galletas. Pero es muy útil, eso sí.
Y bueno, lo primero, una vez preparada la masa, cortar las bases del mismo tamaño del molde (o el aro) que se usará para hacer la tarta. En el caso de esta receta, sería uno de un diámetro de 22 ó 24 cm.
Una vez horneadas, viene la parte del molde.
Para eso, habría que abastecerse de acetato.
El acetato se puede conseguir en papelerías o en tiendas especializadas de repostería. Yo lo suelo comprar en éstas últimas porque lo venden ya cortado en tiras y es más fácil que tener que cortar trozos con el cúter.. que acaban pareciéndose más a trapecios que a tiras rectangulares..
Una vez listo el cheesecake, se desmolda con facilidad simplemente despegando el acetato con cuidado. Pero si no sale bien, se puede usar un cuchillo para ayudarlo a despegarse. Con mucho cuidado de no desgarrar la tarta y usando un cuchillo de los de untar porque sino puede dejar marcas en la superficie.
Y ya está.
Sólo falta la receta, que estará aquí en un pis pás.
Facilísima y riquísima:)