miércoles, 4 de noviembre de 2020

Bujtichki de mamá, para desayunar (en un sábado confinado cualquiera)

    Hace un par de semanas ocurrió esto y no pude resistirme a dibujarlo ^_^ Este era otro de mis desayunos favoritos cuando era pequeña y sigue siéndolo ahora, aun preparado lejos de la cocina de mi madre y sin su compañía. Aquel sábado intenté recrear las mañanas de cuando nos separaban sólo una habitación, una hora de tiempo, o una diferencia de opinión (o sea, la adolescencia xD). Y aunque aquí falta aquella mesa con su mantel de punto, y sobran dos sillas vacías - he de decir que el desayuno salió clavadao...y... (lo siento) no tuve mucho tiempo para la nostalgia, puesto que mi glotonería apagó lo que quedaba de neuronas sentimentales.. 

   No se me ocurre nada no-bueno que decir de esta receta...excepto que es realmente imposible dejar algo para la merienda..Y que es casi garantizado el estar gordo el resto del día. Si no fueran esos dos detalles, me alimentaría de bujtichki y de café hasta ...hasta... ¡Hasta que lo prohiban con multas! (miento..me arriesgaría..)

(pincha en las imágenes para leer mejor)




Y, por supuesto, versión en búlgaro (que es la original:)
💕
 
 


Si os gustan los panecitos de bicarbonato o los donuts, quizás también os guste este desayuno. A mi me chifla, pero es cierto que en este caso no soy nada imparcial. Ah, y, no seáis vagos como yo...usad la sartén :o) 

Disfrutad de vuestras mesas de desayuno, de vuestras mañanas y de vuestras mamás, si las tenéis cerquita. 

¡Salud y kilos de bujtichki!
🙋

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