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jueves, 20 de septiembre de 2018

Bizcocho de batata para días de lluvia (parte 1)

    Septiembre. Vuelve la batata 😁



   Ya tocaba receta...¡Y ya tocaba bizcocho! Este lleva dibujándose desde el año pasado, un poco de vergüenza sí que me da. Desde el mes de marzo del 2017, para ser exactos. Empezó con el bizcocho en cuestión, y con unos dibujos diminutos que garabateé en un cuaderno. Me reí, seguí garabateando y acabó pareciéndose a una especie de cómic con formato raro, sin principio, ni propósito, ni fin (literalmente..porque iba dibujando hacia abajo, como cuando hacemos scroll en la pantalla..y eso no es nada práctico en estos ámbitos, pero bueno..total xD). Tuve que separar el dibujo infinito en partes y justo cuando empezó a cobrar sentido, la llamada del deber me obligó a aparcarlo en un cajón. Eso del deber es para otra conversación.

   Pues, como decía, esto es una receta. Aunque aquí aún no lo parezca. Digamos que es la pre-receta. Porque, bueno, como dijo un hombre sabio (mi nueva frase favorita), "¿Por qué escoger una receta cuando se pueden escoger tres?"

   Esta es pues, la primera fase de "cómo hacer cualquier bizcocho", en el maravilloso mundo de la cocina de la ilustradora. Lo comparto primero no por crear suspense..nunca tuve esa paciencia. Sino porque son 4 páginas y las otras 3 siguen en blanco. Así, con la presión de vuestras miradas expectantes y con un poco de suerte, tenemos bizcocho completo en menos de un mes 😂

   Os prometo que la siguiente página será más civilizada. O no, no nos engañemos. No lo prometo. Esta vez estoy experimentando con tinta china y eso es como el redbull de la ilustración para una alma de cordero dibujístico como la mía. Esto también lo dejo para otra conversación.

Feliz juevez :)

domingo, 4 de junio de 2017

Palomitas

  Hace media hora aquí arriba llovía como si no hubiese mañana..y pensé, “voy a dibujar un post en directo..eso que se lleva tanto entre los blogueros de hoy.” A ver si me van a llamar Señora Bloguera por no actualizarme 😬

  La última vez que vine a limpiar el polvo ya os presenté mi nueva cocina y me temo que he de repetirme - y es que, con la lluvia es irremediable entrar corriendo allí, a escuchar y regocijarse (adoro esta palabra^^). La primera lluvia en esta casa fue un espectáculo de impresiones, en serio.

  Resulta que la ventana de la cocina, esa que ya dibujé más abajo, da a un patio interior..o mini-hueco entre paredes de vecinos, que, entre otras cosas interesantes, tiene un eco excelente y una acústica más excelente aún (y también desafortunada..según cómo se le dé a uno el falsete..). Imaginad como si cada sonido rebotara y volviera a entrar por la ventana, doblando su volumen.. El arquitecto debió pasárselo pipa. Imaginad la ventana abierta y una lluvia repentina, de esas de las gotas que caen como si alguien les diera cuerda..

  Pues desde la ventana de mi cocina, al caer esa lluvia..o cualquier otra lluvia, suena como si se hicieran palomitas. “Itas” por llamarlas por su nombre..porque suenan a palomitazas. Suena a que si abres la puerta de la cocina y te asomas, caerá sobre ti una montaña de palomitas gigantes, que crece con cada golpe de eco. Suena a maíz y a mantequilla. Y a pelis, claro. Hoy sonó como para dibujarlo de una vez. Aunque la onomatopeya de la palomita es un misterio aparte, os aseguro que su sonido en esta ventana es autentiquísimo.

  En fin, en mi casa llueven palomitas..¿que más puedo pedir?
😍
...¡Que lluevan pasteles!