Hace unos 3 años por estas fechas había una ilustradora obstinada en sacarse el carnet de conducir. Dio 155 clases prácticas, 3 exámenes prácticos sin fama ni gloria, 1 sin perder el hilo.. un año de aventuras en un Mini y un Peugeot 207, de las que tengo un cuaderno entero de apuntes, anécdotas y sabidurías de vida, que entre risas y collejas, repartía a mi lado mi querido profe Felipe. Las conversaciones con Felipe y las lecciones que me traía al volver de clase, acabaron siendo leit motifs de mi día a día, tanto que hasta mis compis de piso de entonces (qué tiempos) citaban las frases de Felipe y me llamaban por mi nombre completo..algo impermisible bajo otras circunstancias ☝️
Total, que para cuando me gradué en la Universidad de la Autoescuela, "Conversaciones con Felipe" ya era un libro, con viñetas de carretera, chistes verdes, frases útiles del día a día de una camionera, información deportiva, del tiempo o de las mujeres fatales, consejos para una vida más zen y esquemas de cómo aparcar que, obviamente, dibujé mal. Y bien, ahora que conocéis la historia, paso a compartir una de las reglas de oro de Felipe. Si él supiera cuál a fondo me llegaron tantas de sus frases...
Este es el bote de las prisas. Podéis imaginar el contexto.. y cómo iba la aprendiz ilustradora tras el volante en ese soleado día.. Que, al bajar del coche, se giró Felipe y me dijo: "¡Alena!👉👉👉 Las prisas, antes de venir, coges un bote y las metes dentro, vale??" Palabras de Felipe - orden para mis oídos. Hice mi bote.
Un tiempo después, cuando aprendí la lección de las prisas y dejé de rozar los bordillos; con o sin ruedas; el bote cobró nuevas dimensiones - se convirtió en el
Bote de las Preocupaciones. Esta idea la tomé prestada de una de esas charlas que revolotean por la red, que contaba lo inútil de las preocupaciones y el cómo podíamos hacer el experimento de escoger un día de la semana y una hora (por ejemplo, viernes a de 10:00h a 11:00h) y ese tiempo dedicarlo a preocuparnos exclusivamente. Pero el resto de días, prohibido preocuparse. Y decidí emplear la técnica del bote. Porque si no las preocupaciones se desperdigan, y a mi mi gusta el orden, oye.
Si le ponemos nombre de preocupación a cualquier cosa que nos inquieta, incomoda o atormenta - es sorprendente la de cosas que uno acaba socavando, que son aptas para meter al bote. Os pongo ejemplos, por si decidís probar. Claro que, hay preocupaciones mucho más preocupantes que estas. Pero todas son igual de inútiles.
Como soy vaga, reciclé el bote.
Os dejo, por si os animáis algunas propuestas más para botes zen..No digáis que no os pongo el coaching en bandeja 😂 Os dejo versiones para imprimir, de colorines y en blanco, para colorear... que siempre mola más ^^ Haced click para ver las imágenes más grandes. Si tenéis dudas o veis que al imprimir no se ve bien, escribidme al email y os mando las etiquetas con mejor calidad. Que respondo, lo prometo xD
✌️Paz, amor, botes y 0 preocupaciones✌️
#botedelasprisas
#botedelaspreocupaciones
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