sábado, 23 de septiembre de 2023

Quesitos al horno. La Fiesta de los Quesos Caseros, un “queso verde” y reflexiones de una emigrante

     Increíble pero cierto. ¡Una publicación en el blog! Mira que me ilusioné cuando se publicó el libro de recetas, pero entre promoción, eventos, participaciones... no di abasto. Y ahí se quedó, en un post solitario de celebración. 
     Hasta ayer, que me enteré de casualidad de una fiesta que se organiza todos los años aquí, en Bulgaria, en un pueblo llamado Cherni Vit - que se llama "Fiesta de los Quesos Caseros" (en búlgaro, "Praznik na domáshnite sirená"), y que es como un pequeño paraíso quesero, entre la naturaleza y con tropecientas actividades gastronómicas, aparte de la exposición de quesos y maridaje de vinos.. Este año lo organizan el 23 y 24 de septiembre, yo desde luego, para la próxima, me haré con un coche y NO estaré a dieta ☝🏼 

     En todo caso, gracias al artículo sobre la fiesta esta - donde se mencionaba el famoso "queso verde" (aquí es como el equivalente al Cabrales, en cuanto a prestigio.. y lo mismo también en cuanto precio..), me acordé de una receta que había dibujado hace años para un libro ilustrado que se publicó en Bulgaria el 2013. El que se titula "Geografía deliciosa" ("Vkusna gueografiya"). El libro va justo del viaje que hacen dos niños por Bulgaria descubriéndola a través de sus platos tradicionales, e incluye, por supuesto, unas cuantas recetas. Esta es una de ellas. Aunque sigo sin haber probado el famoso queso verde, esto está rico con casi cualquier combinación alternativa de quesos 😇 Aquí la tenéis en español y más abajo, en búlgaro.




     Había olvidado cómo era esto de sentarte a escribir en tu diario bloguero. Y subir recetas... Lo mismo comparto alguna más de este libro, así ven mundo. Quién sabe... Algún lector o navegante despistado puede que encuentre aquí la respuesta para su próximo destino ☺️ Otra cosa no sé, pero la naturaleza y la comida tradicional, son dos cosas que sí son buenos motivos para hacer una visita a Bulgaria. 

     Que yo tampoco soy el consejero más idóneo, todo hay que decirlo. La verdad que, desde el 2021, continua una racha un tanto revuelta. Y, aunque es cierto que con la publicación del libro parecía que el camino volvía a aparecer delante, la nebulosa sigue estando un poco por todas partes. Mañana se cumplen 2 años desde que hice un cambio drástico de vida, dejando atrás 18 años de experiencia y de sueños cumplidos - y embarcándome, o más bien, saltando del trampolín en bomba, hacia un nuevo propósito, más parecido a una carta a los Reyes Magos, que a un objetivo real. En realidad salté en plancha. En este tiempo conseguí deshacer una carrera profesional, desperdiciar otra, fundirme media hucha, pasar de tener casa a tener un trastero, volver a vivir con mi madre, o sea, desindependizarme, adoptar un sofá, descubrir la celulitis, y también la depresión, retomar mis peores hábitos, dejar de cocinar, y de comer, a ratos, luego opté por hacer sobre todo eso; dejar de dibujar por completo y negar todo arte, perder dos abuelas, por poco mis amigos - y sobre todo, la ilusión. Qué potito. Soy una quejica, lo sé. Soy consciente de que vivo en la parte privilegiada del mundo. Pero las cosas te pasan y, como dicen los búlgaros, "y no te preguntan". O sea, no te piden permiso. Así que mi cerebrito se hundió en una especie de nube espesa, a veces gris, a veces negra, donde el tiempo se había parado y nada tenía respuesta ni sentido. Y Alya, o quien fuera eso, se encontraba en un espacio entre el pasado y el futuro, sin hacer pie, cayendo, pero sin terminar de caer. Todo el contenido de sus pensamientos estaba en un pasado que no iba a volver, y todo el contenido de su cuerpo - en un presente cuya existencia negaba. El cerebro humano es un infinito. Ojalá me hubiera hecho neurocientífica. Aunque seguro que estaría más tarada todavía xD 

A esto por lo visto lo llaman “duelo migratorio”. Hay términos para todo, hoy en día. El hecho es que existe y que es jodido. 

     En fin, aunque hice muchas cosas mal, una hice bien: conseguí terminar el libro de recetas. Rebobino y sigue pareciéndome un milagro. Trabajaba de noche mientras la ciudad y la autopista de enfrente dormían; y de día - dormía yo (yo, la que ponía a parir a los "vagos que duermen hasta el mediodía"). Mi bote salvavidas fueron una frase, un programa de televisión, a las 04:00 de la mañana,  y una "tarta de chocolate y chucrut"- ahí estaba el pastelero llamado Rudolph van Veen y sus palabras, sonando debajo de una voz de doblaje búlgaro: "La vida es como un trozo de bizcocho - si no lo disfrutas, ¿qué sentido tiene?" Empecé a verlo todas las madrugadas, como una extraña meditación adictiva. Apuntaba todas sus recetas, volví incluso a garabatear. Volvía a sentir entusiasmo, aunque fuera solo en esa hora y poco, en que dibujaba cremas pasteleras, masas quebradas y pizzas de remolacha que nunca iba a hacer. O nunca, hasta demostrar lo contrario.

Así terminamos de dibujar, Rudolph y yo, el "Libro de cocina para niños grandes". Salí a flote, poco a poco, gracias a su alocada pasión repostera y gracias a los dibujos que había acumulado en este blog. Que de pronto habían cobrado un sentido mucho más claro. Y habían cobrado vida: ya eran dibujos en papel. 

Hoy, mientras lo traduzco al español (que sí, que está en camino...), vuelvo la vista atrás, veo toda esa madeja de decisiones y de vida, y sigo sin entender qué leches pasó. La gente me sigue diciendo "no existen las malas decisiones", "no hay caminos equivocados", "no te fustigues...seguiste tu corazón"...Qué va. Lo que seguí fue una idea, que se me escapaba de la mano, desde antes de partir. Pero peco de impaciente - y de terca. Y en lugar de pararme, contar hasta 10 y decir "Venga, vale, lo mismo criar gallinas y vivir sin internet, es un poco extremo, así, de golpe", lo que hice fue empaquetar

viernes, 10 de marzo de 2023

El libro de recetas de Cartoon Cooking ¡ya es realidad!

   Tras 14 años de recetas dibujadas, llegó el momento de verlas juntas con forma de libro. Os presento mi "Libro de Cocina para Niños GRANDES" 😊 Ha sido un largo viaje pero creo que ha merecido la pena. Dentro están reunidas una gran parte de las recetas de este blog, más algún que otro detallito nuevo, explicaciones detalladas - y, por supuesto, mucha guasa :) 

Diréis..."¿¿Pero qué son esas letras raras??" Pues es que, ocurrió que la iniciativa de publicar este libro fue de una editorial búlgara. Así que esta primera edición se ha publicado en Bulgaria y aún habrá que esperar un pelín más para poder tener el libro en español (prometo que no serán 14 años 😂...como mucho 1 ☝).  En cualquier caso, espero que os guste y que lo disfrutéis, sea en búlgaro o en español - y que os dé ganas de cocinar, de chapucear en la cocina o simplemente - DE COMER. 


    Si lo queréis tener yamismísimo, podéis conseguirlo pinchando AQUÍ  - desde la web de la editorial. O escribiendo un email a office@listbooks.bg (en inglés mejor) donde os explicarán lo relacionado al envío. No es rapidez-Amazon, pero os llegará más o menos rápido ^^ 

Ahora, os dejo asomaros dentro e imaginar el olor a libro nuevo... o más bien, a bizcocho.. a albondiguitas... a pimientos asados... a recetas de mamá... a desayuno de domingo........  ❤️


viernes, 2 de abril de 2021

Bombones de bizcocho TOTALES

   Se han ido acumulando dibujos sin terminar. Y también panes. Mi horno decidió hacer huelga y dejó de hablarme..cada vez que intento hacer las paces, dice "click" y se va la luz. Debe de estar muy enfadado por algo. Cosas de hornos. 

   Por tanto, mi aventura de los panes está en pausa y yo he tomado esta indirecta para poner un poco a raya mi dieta de pan y mantequilla.. Lo cual, por supuesto, no excluye hacer bombones. O usar esos tupper de reserva de bizcocho que llevan más de lo aceptable en el congelador. 

A falta de pan, ¡bombones de bizcocho!


   La receta original es esta de aquí , de La Cocina de Frabisa (es una receta de trufas de chocolate). Pero claro, ni mi bizcocho era de chocolate, ni pude resistirme a usar ese paquete de coco...donde ponía almíbar, puse leche..donde ponía ron - vermouth...las cerezas se convirtieron en nueces (qué poco poquísimo me gustan esas cerezas confitadas, puajk 😖)...y lo de bañar en chocolate, no iba con mi día de pereza..el coco pringaba menos y de paso, lo salvaba de caducar xD 

Creo que, mientras no se pase uno de líquido, a esta receta se le podría echar cualquier cosa que te guste. Y si te pasaras, y se volviera una masa demasiado blanda..pues la usas de relleno. Te inventas un pastel de hojaldre chocolatoso, con interior de brownie..o le añades más chocolate y lo arreglas...o galletas....Buah, en estos momentos, echo de menos los años de compartir piso. Ellos me odiaban por engordarles - yo era feliz dando rienda suelta a mis disparates dulces. Era perfecto.


 

    Aquí sirve cualquier bizcocho, supongo. Yo el mío lo había congelado ya desmigado, porque tenía en mente usarlo justo para esto, pero se podría hacer lo mismo con el resto de un bizcocho de varios días o directamente, magdalenas secas, bizcochos de soletilla..  

    El bizcocho que usé aquí era uno muy básico, de nata - de esos que tienes muchísimas ganas de probar, porque lo viste en una foto y te pareció superesponjosito y seductor..Y luego lo preparas, toda ilusionada, y al probarlo descubres que sabe como "aquel bizcocho" de la infancia que te gustaba TAN poco, pero que a todos encantaba. Hablo del de yogur..sí, sé que muchos me desterrarán por decir esto. Así es. No me gusta el bizcocho de yogur. Ahí está, lo he dicho. Me voy corriendo a esconderme de vuestras miradas indignadas.

🙈🙈🙈

(OJO, en forma de bolitas con chocolate y coco, ¡HASTA ESE BIZCOCHO me ha gustado!)

¡Que tengáis un viernes redondo, yoguritos! 

❤️

lunes, 18 de enero de 2021

Sr. Pan de Espelta

    El pasado agosto me hicieron el regalo más inspirador en mucho tiempo: un curso de pan :) Hacía ya mucho que me apetecía probarlo pero nunca encontraba el momento y aquí llegó. Si algo había en 2020, era tiempo - ni la más experta inventora de excusas, podía encontrar una excusa convincente. Ha sido el comienzo de una aventura mucho más allá, que espero dentro de no demasiado, pueda compartir con vosotros. Y que espero que disfrutéis mucho ^^.

    Os dejo el resultado del primer estallido de inspiración, de aquel domingo de experimentos. Como veréis, soy una aprendiz muy desobediente, pero espero que los amigos panaderos me lo perdonen y me quieran igual xD

(más abajo os dejo los enlaces por si aún no habéis probado a hacer pan y os animáis a amasar con un panadero-panadero...)

[ Pinchad en las imágenes para ver las más grandes ]

    Así fue y ocurrió otras tantas veces xD Si os pica la curiosidad,  👉aquí está el curso en cuestión👈 El panadero se llama Jordi Morera (esta de arriba es receta suya) y es muy majo en los videos. Confieso que yo no era muy fan de los cursos online, pero lo cierto es que son un invento estupendo. Además, puedes congelar al profe con la masa en el aire, rebobinar y hacer del pan-masa, o robar pan caliente, sin que nadie te pueda regañar 😁 Y si acaso metes la pata.. ¡nadie vio nada! La verdad, son todo ventajas.

Y, si me salen los panes a mi, con mi catastrófica precisión, le saldrán a cualquiera por torpe que se considere 😂

   Miles de millones de gracias a la revista PAN por todas las cosas que se les ocurren, que publican y que hacen realidad. Y por alimentar la inspiración, hasta en tiempos de despropósitos.

Ahora sí, ¡feliz y próspero 2021!


   Continuará...

jueves, 26 de noviembre de 2020

¡Ding-doong!

    Cosas que ocurren por aquí...


    Habrá que volver a hacer esos hot-cross buns, sujetando mejor el bote de pimienta xD

...

PD. Me fueron ofrecidos unos calcetines a cambio, pero confieso que no entendí la propuesta hasta haber cerrado la puerta. Mecachis.

miércoles, 4 de noviembre de 2020

Bujtichki de mamá, para desayunar (en un sábado confinado cualquiera)

    Hace un par de semanas ocurrió esto y no pude resistirme a dibujarlo ^_^ Este era otro de mis desayunos favoritos cuando era pequeña y sigue siéndolo ahora, aun preparado lejos de la cocina de mi madre y sin su compañía. Aquel sábado intenté recrear las mañanas de cuando nos separaban sólo una habitación, una hora de tiempo, o una diferencia de opinión (o sea, la adolescencia xD). Y aunque aquí falta aquella mesa con su mantel de punto, y sobran dos sillas vacías - he de decir que el desayuno salió clavadao...y... (lo siento) no tuve mucho tiempo para la nostalgia, puesto que mi glotonería apagó lo que quedaba de neuronas sentimentales.. 

   No se me ocurre nada no-bueno que decir de esta receta...excepto que es realmente imposible dejar algo para la merienda..Y que es casi garantizado el estar gordo el resto del día. Si no fueran esos dos detalles, me alimentaría de bujtichki y de café hasta ...hasta... ¡Hasta que lo prohiban con multas! (miento..me arriesgaría..)

(pincha en las imágenes para leer mejor)




Y, por supuesto, versión en búlgaro (que es la original:)
💕
 
 


Si os gustan los panecitos de bicarbonato o los donuts, quizás también os guste este desayuno. A mi me chifla, pero es cierto que en este caso no soy nada imparcial. Ah, y, no seáis vagos como yo...usad la sartén :o) 

Disfrutad de vuestras mesas de desayuno, de vuestras mañanas y de vuestras mamás, si las tenéis cerquita. 

¡Salud y kilos de bujtichki!
🙋

jueves, 8 de octubre de 2020

El día de la banana

    Hacía mucho que no compraba plátanos. El otro día, en la frutería, había unos tan amarillos y perfectos que no me pude resistir. Yo los llamo plátanos a todos - a los canarios y a los que se venden aquí como bananas. Para mi la palabra "banana" fue siempre sinónimo de "plátano", hasta que llegué a España y me di cuenta de que por lo visto eran cosas diferentes. Vamos, que, para mi, la banana seguirá siendo plátano, y siempre que diga "plátano" significará lo que aquí llaman "banana" (como en los contratos.."Banana tal y cual, con domicilio en "x", en adelante "El Plátano" ...Vaya día tengo xD). 

     Total, que tengo en especial estima a los plátanos y supongo que es porque en mis recuerdos simbolizan algo extraordinario. Y cuando paso un tiempo sin comerlos, el primer mordisco siempre - sin falta - reproduce en mi mente mi primer recuerdo del sabor del plátano. Tendría unos 4 años, vivía en Bulgaria (en la época en que había-todo-para-todos, pero sólo cuando había) y ese día me cuidaba mi Abuela-de-Ciudad, que vivía en la costa del Mar Negro. Era un día cualquiera, hasta que se convirtió en...


    Esto sería a finales de los años 80, para que os hagáis una idea. Aunque he vivido muy poco de aquellos tiempos, y fuese demasiado pequeña para recordarlos, sí que tengo selladas unas cuántas imágenes y sabores como estos en mi memoria. 

    El plátano, el pan caliente, el dulce de ciruelas con almendra y el olor a geranios son como mi tecla de enter, para viajar en el tiempo. 

    Os dejo la versión en búlgaro, que era la original. Y espero que mi abuela no se ofenda por haberla dibujado con gafas...que nos conocemos xD





    En búlgaro: plátano es BANÁN. Y "cola" (que hoy en día se lleva mucho lo de hacer cola), es "OPÁSHKA". Por ahora, no más palabras búlgaras, ¡pero todo se andará! 

    ¡Felices plátanos para todos!

💕