Lo prometido, prometido está. El Cheescake ha llegado. Me imagino que esta no será ninguna receta-sorpresa para vosotros, es el mejor invento para salir del paso cuando hay prisas y lo mejor, no falla.
Por último, estos días incluiré el post de la base fácil, la de las galletas. Para que no falte nada.

Ingredientes:
225g de queso crema (philadelphia)
100g azúcar
1/2 cucharita (de té) de esencia de vainilla
250 g crème fraîche
250g nata para montar
4 hojas de gelatina

1. Empezar montando la nata, para dejarla ya lista. Reservarla en la nevera 2. Batir el queso y el azúcar, suavemente, hasta que el azúcar se haya disuelto (también puede usarse azúcar glass, así se disolvería más fácil pero no aseguro que valga la misma cantidad, ya que suele incorporar almidón)

*Qué tortura este ingrediente, hasta descubrir que lo venden en cualquier Carrefour!..
5. Poner las hojas de gelatina a remojar en agua fría durante unos minutos. Cuando estén hidratadas, escurrirlas bien (con cuidado de no romperlas) y disolverlas en el agua caliente, ya fuera del fuego. La gelatina no debe hervir. Remover bien hasta que se disuelva por completo y dejarla enfriar. Más o menos, hasta que esté a una temperatura del tiempo.


Por cierto, con una mermelada de fresa por encima, este chsk no tiene rival.
Y esto es to,esto es to,esto es todo amigos. Debo añadir que cuando hago esta maravillosa tarta, no sigo al pie de la letra esta receta. Dado el hecho de que habrá quien se fíe de mi blog:) procuro poner las recetas originales (o avisar que son experimentos míos, para no causar frustraciones luego). Ésta es la receta original, pero si se le añade algo más de queso..un yogur natural..o uno de esos especiales giregos que parecen nata concentrada..y un pelín más de azúcar para compensar...Diría que no es un mal experimento:)

A tartear!