Dejaré las reflexiones para el final. Primero es el postre 👉
En este punto he de anotar muy sinvergüenzamente que mi helado de cheesecake prescindió sin parpadear de la parte "cheese" y el resultado daba el pego a la perfección. Mi conejillo de indias al catarlo lo primero que dijo fue "...hmmm?...queso??.." O sea que, nata + leche condensada parece una combinación más que satisfactoria 😁
También apunto que yo, para variar, no hice caso a las cantidades de la receta original..para empezar mi nata era de 500ml y estaba en peligro de extinción. Había que usarla toda. Y para empezar también, echar todo ese bote de leche condensada me daba vértigo azucaril sólo de pensar en probar el resultado. Así que ...sintiéndolo mucho por los que odiais ese término...fui echando a ojo xD Creo que serían unoooos 200-250gr. Pero ignoradme. Y echad a ojo con vuestros propios ojos.
Otro dato, de interés si os gustan los deportes de fuerza.
Este nuestro helado, después de desayunarlo (cuando estará cremoso e irresitible), si habéis llenado vuestra palomitera, lo más probable es que os sobre ..a no ser que llevéis una dieta estricta de 8000KCal hasta el mediodía. Pues, una vez pasado ese momento de gloria, irán pasando las horas..y puede que los días.. Y, cuando volváis a sacar vuestra palomitera-heladera del congelador, os encontraréis con una roca de cheesecake, cuya densidad sólo podría ser destruida por un cheese-iceberg de igual o mayor tamaño. Lleve o no corteza de limón.
O sea, ¡son todo ventajas! No sólo da placer y paz interior. Además, fortalece vuestros bíceps, hombros, tórax, rodillas, glúteos (aunque luego también aporta tejido blandito..vale..quitamos glúteos) 👉Y👈 ayuda a desarrollar esa cualidad de la que ninguno podemos presumir: ¡la paciencia!
De verdad, ¿acaso existe una receta más económica y beneficiosa a la vez?
¡Viva el helado de cheesecake sin cheesecake!
Bueno. Y, esta es la historia de aquella mía noche de viernes, de hace muchos viernes ya. Cuando las reflexiones no podían más que desbordarse en azúcar y ser devoradas para siempre.
Hace unos días termine el último pedrusco de mi arma fría llamada helado. Lo cual me trajo algún viejo pensamiento, alguna conclusión (mientras uno trata de clavar la cuchara da tiempo a hacer muchas conclusiones..) y un brote de risa al recopilar mis propios recuerdos. Así que decidí dibujarlo todo. Hay cosas que como mejor se comprenden es dibujándolas. O comiéndoselas, si uno puede. Aunque comerse las personas está muy feo.
Por eso, puede que vayan apareciendo por aquí más remedios caseros de estos. Así, sin prisa, claro.
Os dejo el enlace a la receta original - que es
ESTA de aquí, por si queréis compartir vuestra creación con otros seres humanos más exquisitos o menos confiados.
Y os deseo un verano divertidísimo 😊
Muaaaaaacks!